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MADRID, MADRID, Spain
Apasionado de la fotografía, escritura, música, arte, deporte, cocina, vino, pesca, caza, campo y toros. Español por los cuatro costados. Olé

jueves, septiembre 27, 2007

LA TORRE DE ABRAHAM


El río Bullaque vierte sus aguas, en la localidad ciudadrrealeña de Retuerta del Bullaque, al embalse de La Torre de Abraham. Este embalse, de una belleza realmente excepcional alberga en sus aguas magníficas poblaciones de carpas, barbos y black bass, así como percas sol y bogas. El cangrejo rojo forma parte importante de la dieta del black bass, y el pescador que lo tiente siempre ha de llevar señuelos que imiten en forma y color a este crustáceo, puesto que son casi apuesta segura. La Torre de Abraham es navegable, pero sólo a vela y a remo, lo que incide directamente en la presión de pesca. Hay un bosque de encinas hundidas que tapiza el fondo del embalse, y que supone un refugio y apostadero excelente para los black bass. Es posible pescarlos desde el “pato”, curioso artefacto formado por un flotador con arnés, con el que el pescador puede desplazarse, mediante unas aletas, por donde quiera; acercándose todo lo posible a las encinas sumergidas. Y si el pescador es amante de la práctica de otras actividades al aire libre, se recomienda la ruta de la Cañada Real Segoviana, de ocho kilómetros y ninguna dificultad. La cámara de fotos es imprescindible, puesto que al lado se encuentra el Parque Nacional de Cabañeros, la mejor y más extensa representación del bosque mediterráneo ibérico. La casa rural Veragua (Tfnos: 609 68 14 86 / 926 21 42 00 y http://www.veragua.com/) es ideal para alojarse junto a La Torre de Abraham, y degustar cocina de caza bien regada con vinos de la D.O. Dehesa del Carrizal. En la foto, un black bass pescado en la Torre de Abraham.

lunes, septiembre 24, 2007

LA FERNANDINA


Cercano a la localidad jiennense de La Carolina se encuentra el embalse de La Fernandina. Esta masa de agua alberga buenas poblaciones de carpas, barbos y black bass. Los lucios también habitan en sus aguas; y son pocos, pero de muy buen porte. Ahora, terminada la freza, las grandes hembras se alimentan con ansia de todo tipo de presa que caiga cerca de ellas, y es el momento que espera el pescador deportivo para tentarlas, una vez que han cumplido con sus tareas reproductoras. Para ello, los peces artificiales de medias aguas y de superficie son ideales en La Fernandina, puesto que no existe mucho desnivel, y hay muchas playas de aguas someras. El black bass entra confiado a los señuelos, pero está en plena freza, por lo que conviene no molestarle para que la puesta prospere. La pesca de velocidad es de uso obligado, ya que se localizan peces activos en muy poco tiempo. Ya en La Carolina, tras la pesca, el aficionado a la buena mesa tiene una oportunidad de oro para degustar la cocina de caza, menuda y mayor, a base de perdiz –escabechada, encebollada o con alubias- y la “carne de monte”, de venado o de jabalí, adobada con especias. Cercano queda el Parque Natural de La Sierra de Andujar, donde la fotografía de naturaleza es otra actividad a tener en cuenta, dado lo agreste del paisaje, y el pueblo de las Navas de Tolosa, donde, en 1212, se libró la famosa batalla en la que el rey Sancho el Fuerte ganó las cadenas que adornan el escudo de Navarra. En la foto, Carlos Gómez posa con un magnífico ejemplar de lucio.

martes, septiembre 18, 2007

GUADALENTÍN


Enclavado en el extremo sur del Parque Natural de la Sierra de Cazorla, el coto de Guadalentín puede pescarse todo el año, y supone una muy atractiva alternativa para los pescadores que vayan tras la busca de la trucha arcoiris en los meses de invierno, cuando los lucios y los black bass están menos activos que en el resto de las estaciones del año. Los permisos cuestan 15,60 euros, si se decide pescar con muerte, siendo el cupo de 10 truchas y la talla mínima de 21 centímetros. La pesca sin muerte se premia con permisos a seis euros, y los días hábiles son todos, excepto los lunes no festivos. El acotado tiene una longitud de ocho kilómetros, lo que permite aprovecharse de infinidad de diversas posturas diversas, así como de un entorno realmente salvaje y abrupto. Hay que estar en posesión de la licencia de Andalucía, y obtener el oportuno permiso en el 953 738 729. Las aguas cristalinas de Guadalentín hacen que el pescador deba buscar los lances en las orillas, donde los mejores ejemplares, cercanos a los tres kilos, camuflan su presencia. Hay que dominar el lance corto, puesto que el río es casi un arroyo, con una anchura entre cinco y seis metros, pero las sorpresas que atesora son del todo espectaculares. Los ejemplares no pescados de trucha arcoiris han conseguido criar, y es posible pescar alevines de ellos. La pesca con señuelos es obligada, y la técnica gallega de pesca a lance ultraligero con cañas de ballesta es perfectamente aplicable a este peculiar curso de agua. Ilustra estas líneas una bella trucha arcoiris pescada a ballesta en Guadalentín.

lunes, septiembre 10, 2007

SOBRÓN


A caballo entre las provincias de Burgos y Álava se encuentra el embalse de Sobrón, cuyas aguas refrigeran la central nuclear de Garoña. Esto supone que la temperatura de las aguas se mantiene a un nivel ligeramente superior al normal, e influye de forma directa en la actividad piscícola, que se mantiene alta incluso en los fríos meses de invierno. En Sobrón hay carpas, barbos y una excelente población de black bass, que han prosperado de forma espectacular, gracias al mantenimiento constante del nivel del agua, que garantiza la freza de esta especie depredadora importada de Estados Unidos hace ya más de 50 años, y que se alimentan de alevines con fruición. Sobrón es navegable, por lo que habrá que estar al corriente de toda la documentación obligatoria por la Confederación Hidrográfica del Ebro, además de disponer de las licencias de pesca de Castilla y León y del País Vasco. La parte alavesa del embalse discurre encañonada, entre vertiginosos cortados de piedra, mientras que la burgalesa es otro paisaje bien distinto, donde Sobrón se abre para formar una charca inmensa, repleta de juncos y plantas acuáticas. La pesca del black bass a lance ligero con equipos de spinning y de casting, deparará al aficionado jornadas memorables, pues hay muchos y de buen tamaño, con una voracidad pasmosa, y que atacan sin recelo cualquier señuelo que se les presente en condiciones. Los peces artificiales, los señuelos de vinilo, las cucharillas y todo aquello que emita vibraciones bajo el agua, son de uso obligado para provocar a los black bass de este peculiar embalse. En la foto, un black bass de Sobrón pescado a lance ligero.

martes, septiembre 04, 2007

SAN JUAN


El embalse de San Juan pertenece a la cuenca del río Alberche. Próximo a la capital, es uno de los embalses más frecuentados por los aficionados a la pesca recreativa. El fondo granítico de sus aguas, y la fuerte presión de pesca, hace que las especies que lo habitan, esto es, carpa, barbo, boga y black bass, estén especialmente resabiados y sea difícil –que no imposible- su pesca. Para llegar a San Juan es preciso tomar la A-5 hasta Alcorcón. Desde allí, por la M-501, hasta San Martín de Valdeiglesias. Un entorno lleno de pinos y jaras es la característica principal del paisaje de San Juan. Sus frías aguas albergan grandes ejemplares de black bass que suelen ser pescados desde embarcación, pues este embalse es navegable. La población de barbos de San Juan es espectacular, y sus subidas para la freza por los ríos Alberche y Cofio son todo un regocijo para los aficionados a este ciprínido tan combativo. Entonces, se pescan a veleta, con cebos naturales como el asticot; o con sedal pesado y grandes ninfas bien lastradas. Si el pescador va tras el black bass, tiene que tener en cuenta que San Juan es uno de los embalses más presionados, pero alberga ejemplares que llegan a los tres kilos. Si se es experto, se pueden conseguir estos magníficos depredadores que nos regalarán una serie de saltos y carreras difíciles de olvidar. Debe rematar la jornada matutina el pescador deportivo en los fogones de Arcos de la Corredera (Tfno: 91 861 10 64), donde se sorprenderá con la calidad del cuchifrito que guisan. En la foto, un bonito ejemplar de black bass de San Juan.

lunes, septiembre 03, 2007

MANSILLA


Mansilla es un embalse al que vierte sus aguas el río Najerilla, que junto con el Iregua y el Oja, es un curso emblemático truchero de La Rioja. En el Valle de Viniegra, el embalse de Mansilla alberga unas poblaciones estables de truchas comunes y arcoiris de tamaños realmente atractivos para el pescador deportivo. Estos ejemplares de magnífico porte son fruto de las loinas –pequeño ciprínido que sirve de alimento a especies depredadoras- que también habitan en Mansilla. El pescador amante de las emociones fuertes y de los parajes agrestes tiene como visita obligada este pequeña masa de agua cerrada, que se terminó de construir en 1960, para pescar sus magníficas truchas a lance ligero, con grandes cucharillas giratorias y peces artificiales suspendidos y sumergibles que imiten la librea de la loina; o a cola de rata, con grandes moscas sumergidas, y líneas de huso descentrado y punta hundida. Todo tipo de actividades al aire libre se pueden practicar en Mansilla, y sobresale la fotografía de naturaleza, las rutas micológicas, la caza del corzo, o los paseos a pie o a caballo, y es de visita obligada el Monasterio de Valvanera. Mansilla pertenece a la comarca de las Siete Villas – Villavelayo, Mansilla, Canales de la Sierra, Brieva, Ventosa, Viniegra de Arriba y Viniegra de Abajo, enclavados en la parte riojana de la Sierra de la Demanda. En este último pueblo, se halla la Venta de Goyo (941 378 007), mítica casa rural donde le esperan unos caparrones –alubias rojas típicas de la zona- de antología, que deben ser acompañados con un buen vino de D.O.Ca. Rioja. Ilustra estas líneas una trucha común de Mansilla.