El embalse de Jarrama se llena con las aguas del río del mismo nombre, afluente del río Tinto, y se sitúa entre la localidad onubense de Nerva y la sevillana de El Madroño. Jarrama es un embalse joven, terminado en 1999, y las poblaciones de carpas y barbos en esta masa de agua cerrada son espectaculares, así como la del black bass. Ello se debe a que los accesos al embalse son realmente difíciles, y el fondo está tapizado de árboles sumergidos, lo que frena la afluencia de pescadores a este paraíso andaluz. Para pescar las carpas y los barbos de Jarrama se pueden utilizar técnicas estáticas, tales como la pesca con boilies, a la inglesa y a la boloñesa, o aprovechar el “pato” para acercarnos a ejemplares de buen porte que deambulan por las orillas aspirando el fondo, y lanzarles pequeñas moscas artificiales con ayuda del equipo de sedal pesado. Para pescar los black bass de Jarrama es vital el uso del “pato”, artilugio flotante mediante el que el pescador –y gracias a unas aletas- se puede desplazar pescando a lance ligero, con señuelos que dispongan de sistema antialgas, imprescindible para no enganchar en las ramas de los árboles hundidos, y que pueden ser señuelos de vinilo con anzuelos ocultos, y spinnerbaits. Entre encinas y alcornoques, y en la localidad cercana de Campofrío, se encuentra la casa rural Cortijo de Cobullos, (Tfno. 675933603) donde el pescador viajero puede hacer excursiones a pie y en bicicleta, así como parada y fonda, y degustar la cocina típica de la zona, donde el jamón ibérico es protagonista. En la imagen, un buen black bass de Jarrama.
miércoles, febrero 13, 2008
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