LINARES DE ARROYO

Cerca de la medieval villa de Maderuelo, en Segovia, el río Riaza se embalsa formando el pantano de Linares del Arroyo. Esta masa de agua cerrada destaca por albergar carpas, barbos, bogas y black bass, y es una opción más que sugerente para el pescador de la zona centro, y sobre todo de Madrid. Linares del Arroyo es navegable sin motor, por lo que las embarcaciones han de ser con remos. Ello repercute en que la presión de pesca no sea excesiva, y el aficionado que sea tenaz verá recompensado su esfuerzo con creces. Para la pesca de las tres primeras especies citadas se impone, en este tiempo, las modalidades estáticas con flotador y cebo natural, cañas largas, de 6 a 8 metros, con anillas y carretes, para pescar a la boloñesa. También se puede pescar a la inglesa y con boilies, para poder tentar a los ejemplares de mayor porte. En verano, y si se buscan emociones fuertes que compensen el madrugón y la canícula, la pesca a mosca con imitaciones de insectos, tales como escarabajos, grillos, saltamontes y abejas, es todo un espectáculo, cuando se consigue detener las rutas que carpas y barbos trazan cercanos a las orillas de Linares del Arroyo, y que sucumban al engaño que se les presenta delante de ellos, en pleno rececho. El black bass no alcanza tamaños de impresión en este embalse segoviano, pero sus poblaciones sí son sobresalientes, por lo que es recomendable la pesca desde orilla con señuelos que emitan muchas vibraciones, y que sean capaces de provocar a este depredador tan deportivo. Ilustras estas líneas un black bass pescado a lance ligero en Linares del Arroyo.