La imagen que ilustra estas líneas comienza a ser más habitual de lo deseado, y no sólo por los pescadores deportivos de España. Ante unas perspectivas nada halagüeñas que hagan pensar que el otoño y el invierno vayan a ser pródigos en lluvias, el pescador deportivo tiene ante sí un ejemplo claro de lo que puede decidir de cara a la próxima temporada de pesca de salmónidos. Este no es otro que el consejo que cazadores y ecologistas consensuaron en el último trimestre de 2005, para que se retrasase la apertura de la veda de caza. Extremadura ha aceptado la propuesta, aunque sólo en terrenos libres. Los pescadores deportivos españoles han variado sus hábitos de pesca de forma sustancial, y si hace años la práctica de la captura y suelta era del todo inusual, ahora lo raro es llevarse la pesca a casa. Un paso más dentro de esta evolución hacia lo que debería ser la pesca responsable y conservacionista estriba en que los pescadores sean capaces de aunar esfuerzos para plantear a las administraciones autonómicas, y a sus consejerías de medio ambiente, un retraso en la apertura de la veda de salmónidos, reducciones de cupos, y empleo de técnicas de pesca que sean lo menos lesivas posibles –que las hay- para el pez, y que garanticen su supervivencia una vez devuelto a su medio. Así ha ocurrido el pasado 3 de septiembre de 2005, con la celebración del primer foro nacional de pesca, celebrado en Garganta de los Montes, y donde se abogó, entre otras propuestas, por la revisión de caudales mínimos establecidos por las administraciones autonómicas.
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