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MADRID, MADRID, Spain
Apasionado de la fotografía, escritura, música, arte, deporte, cocina, vino, pesca, caza, campo y toros. Español por los cuatro costados. Olé

viernes, octubre 26, 2007

FONDOS DE BODEGONES I

A la hora de preparar un bodegón, el fondo donde se van a emplazar los elementos que lo componen es vital. Del fondo que elijamos dependerá, de manera directa, el resultado final de la imagen. Hoy vamos a analizar, en esta primera parte, dos tipos de fondos para bodegones.

Dos fondos típicos para el bodegón de pesca son la piedra y la hierba. La piedra es mucho más agradecida, plásticamente, que la hierba. Sólo que en la mayoría de las ocasiones es muy difícil encontrarla de forma natural en el campo. Por ello, lo mejor es agenciarse, en un vivero de plantas, una buena plancha de pizarra. Hay que elegirla muy bien. Que no tenga manchas ni líquenes, que tenga colores uniformes, y que le hayan saltado unas cuantas lascas que marquen relieves, para realzar los bodegones de forma espectacular. La hierba es muy socorrida, y en teoría es muy aconsejable para usarla como fondo para bodegones, pero la foto hecha con fondo de hierba pierde mucho, ya que todos fijamos nuestra vista en el fondo más que en los elementos que componen el bodegón. A continuación, explicaré brevemente las dos imágenes de esta primera parte dedicada a los fondos de bodegón.
Bodegón I (pizarra)



En esta composición, la pizarra negra es imprescindible, para poder realzar los colores y las texturas metálicas del carrete, del mango de corcho de la caña y del señuelo, un Lucky Craft BDS1 color Mad Craw que es un auténtico bombón. Como siempre, hay que buscar la diagonal vertical, para seguir con los rudimentos de la composición fotográfica. Expuesta a una velocidad de 1/8 segundos y un f:11, con una sensibilidad de 100 ASA, el resultado es más que elocuente, y confirma que la pizarra negra es nuestro principal aliado a la hora de montar bodegones de pesca.

Bodegón II (hierba)

La composición en diagonal vertical está conseguida de forma mucho más fácil, ya que sólo hay que posar la caña y el carrete en la hierba y buscar el encuadre adecuado. Pero la textura de la hierba, y los miles de fibras que la componen, consiguen despistar al que observa la imagen, y hace que se pierdan los detalles de la caña, el carrete y el jig, lo que no ocurría en la imagen anterior. Tirada con los mismos parámetros que en la toma de la pizarra, queda claro que la hierba no es un buen fondo para bodegones; y, en la medida de lo posible, hay que evitarla.

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